Que las mujeres desempeñen en la actualidad y diariamente funciones laborales, no es algo novedoso, pero si algo que ha costado mucho trabajo normalizar y conseguir.

Con motivo de la próxima celebración del día de la mujer trabajadora el 8 de marzo, vamos a hacer un pequeño recorrido por la historia y por los hechos que más han ayudado a conseguir igualdad de géneros.

Fue en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza cuando se lleva a cabo la celebración del primer día Internacional de la mujer trabajadora y 1977 el año en el que la ONU proclamó este día con oficialidad.

La antigüedad no nos ha dejado demasiados vestigios que demuestren que las mujeres ya realizaban una actividad laboral. Hay que tener en cuenta que los encargados de transmitir la historia eran mayoritariamente hombres, por lo que se intuye que aunque existiese la figura de la mujer trabajadora, esta no se manifestaría abiertamente.

Así todo el poder de las mujeres queda demostrado ya en la Antigüedad con figuras como la de Hipatía de Alejandría que lucha por una mujer científica y libre imponiendo su voz hasta llegar a la actualidad.

En 1789 con la llegada de la Revolución Industrial, las mujeres comienzan a ser conscientes de su situación social de desigualdad, y comienzan a exigir derechos, a través de actos y de textos formales como el de la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadanía de 1791.

La organización común era la basada en el patriarcado y la que dejaba a la mujer en casa encargándose de los hijos y del mantenimiento del hogar con el jornal  del hombre de la casa. Una sociedad machista que privaba a las mujeres de la realización de cualquier actividad lucrativa o simplemente intelectual.

Con el movimiento obrero del siglo XIX los movimientos reivindicativos femeninos no hacen más que tomar mayor fuerza y cuerpo, se establecen los objetivos claros de lucha en el sufragio femenino, la lucha por la igualdad, la denuncia de la opresión social y la lucha por una maternidad libre.

En España el derecho a voto femenino se reconoció en la Constitución de 1931 y pudo llevarse a cabo por primera vez en las elecciones de 1933, hecho paralizado durante la dictadura franquista en la que se prohibió la libertad de voto a todos por igual.

La discriminación sufrida a lo largo de la historia por el género femenino no se habría podido solventar de no ser por grandes figuras históricas que lucharon contra unos ideales cerrados e instaurados con fuerza y dureza en prácticamente todo el mundo, mujeres como Sarmilza Bilcescu (Primera mujer con el título de abogado) .

En la actualidad en nuestra sociedad la mujer ejerce su derecho a voto y su derecho al trabajo libre, siendo cada vez más común encontrarnos incluso a mujeres desempeñando trabajos que siempre han sido considerados como masculinos. Aun así la lucha sigue estando abierta y es constante, en muchas partes del mundo no hay ningún tipo de igualdad e incluso en sociedades como la nuestra aún queda mucho por hacer ya que siguen existiendo importantes diferencias salariales y la conciliación familiar todavía supone un problema.

Por toda esta lucha constante a lo largo de toda la historia desde PCV GRUPO queremos resaltar la labor de la mujer y la necesidad de la igualdad total a nivel mundial para todo el género femenino.  Y podemos decir que esta historia de la mujer trabajadora continuará…