La sociedad ha cambiado y los logos también. ¿Vendería tanto Apple si se llamara Banana y tuviera como logotipo un plátano? Los expertos en branding (el proceso de creación de un nombre y una imagen únicos para que un producto sea identificado, definido y sobre todo diferenciado) coinciden en que no hay fórmulas mágicas para poner nombre a una empresa o a un servicio, pero sí que hay reglas que ayudan a que el mercado lo acepte mejor.

Cuanto más sencillo, mejor

La misión de cualquier marca es distinguir a la empresa, diferenciarla de su competencia y generar confianza en el cliente. ¿Es mejor ponerle a nuestra empresa un nombre con acento inglés, con logo muy llamativo, sin logo, combinar letras y números, poner el apellido de su fundador? Son dudas que todo emprendedor se plantea a la hora de elegir el nombre de su negocio ¡lo más difícil, sin duda!

Lo que sí que hay que evitar a toda costa es que el nombre pueda ofender lingüísticamente. Nissan y su modelo de coche Moco o Mazda con su modelo Laputa son ejemplos de lo que no hay que hacer. ¿Quién compraría en España un vehículo con ese nombre?

En la actualidad, las marcas han afinado sus logotipos para que estos lleguen a ser un pasaporte en todo el mundo. Han simplificado sus logos, sus colores, haciendo líneas más simples y minimalistas, y muchas de ellas incluso, eliminando el nombre de su logo. Ejemplo de ello fue Starbucks, Nike o McDonalds. Estas tres marcas eliminaron sus  nombres e incluso el eslogan que les acompañaba desde siempre.

Actualmente vivimos en un mundo más visual que nunca, y prueba de ello es que las marcas han sabido adaptarse al constante cambio, evolucionar y desarrollar una campaña de rebranding mejor que nunca. Pues, según afirman los expertos en marketing, el consumidor tiene que reconocer la marca sin que la marca le diga quién es.

La sociedad cambia, y los logos también

Hace años las marcas competían en un escenario completamente diferente. En la actualidad se mueven en pantallas móviles y ordenadores. Todo lo vemos a través de nuestros dispositivos en Internet. Lo que hace que ciertos elementos funcionen mejor que otros. Los símbolos encajan mejor en la red porque se ven más fácilmente a través de apps o redes sociales que los nombres. El símbolo además, da mayor libertad a las compañías para tomar decisiones. La imagen no precisa ser traducida, por ejemplo.

Algunos expertos ya están lanzando la idea del debranding, la muerte de la marca para dejar paso a otra cosa. ¿El futuro del branding de las marcas sería el NO branding? Sin duda, uno de los principales problemas que tienen las marcas en la actualidad es el conectar con los consumidores. Las marcas y las empresas ya no inspiran confianza en el cliente. ¿Serán ciertos estos rumores de que las marcas acabarán desapareciendo? ¿Qué nos deparará 2017 marketinianamente hablando?